NO MERECIÓ PERDER LA PEÑA EDELWEISS

Estuvieron por delante en el marcador más tiempo

En el último suspiro perdieron los rojillos

Infantil Provincial Grupo 3-B

Peña Edelweiss-Juventud Huesca    2-3

Arbitro y capitanes

Arbitro: Pedro Paradis. Se le puede achacar que no viera el fuera de juego en el segundo gol del Juventud y una falta como último defensa visitante que no fuera expulsado, son dos fallos que si influyeron en el resultado. Tarjetas amarillas para Bordetas y Martínez y Espiérrez.

Peña Edelweiss.- Castán, Aso, Alcolado, Bordetas, Toro, Mur, Escolano, Nevado, Ferrer, Gimeno, Rivarés. - Aguilar, Boned, Tanasse, Escartín, Abarca.  

Juventud Huesca.- Galindo, Ferra, Martínez, Aurensanz, López, Ilonta, Sarvisé, Espiérrez, Lanau, Landa, Hernández. - Verdiell, Estallo, Figueras, Arias.

Goles: 1-0 Rivarés 12'/ 1-1 Verdiell 45'/ 1-2 Hernández 47/ 2-2 Nevado 50'/ 2-3 Figueras 72'/

Mucho castigo para la Peña que mereció más

Sorprendió Rivarés al Juventud con un gol de los peñistas a los 12 minutos de juego. En buen remate de Toro con la cabeza lo aprovechó Rivarés para de cerca colar el balón en las puerta de Galindo. El juego local con dos llegadas en tan poco tiempo tuvo su recompensa y el premio, el gol que dejó al Juventud helado.

La Peña Edelweiss aprovechó la desorientación visitante para jugarle de tu a tu, el partido se abrió en el juego y ambos cuadros tuvieron sus ocasiones para marcar, nadie lo consiguió en la primera parte, las sensaciones locales eran buenas. 

En la continuación, el partido en los primeros 10 minutos con cambió con respecto al primer tiempo, pero, un desajuste local hizo que el empate subiera al marcador, sin tiempo para pensar un error arbitral motivó el 1-2 con fuera de juego del autor del gol. Las fuerzas no flaquearon y un oportuno Nevado con la ayuda del meta conseguía para los rojos el empate.

Minutos locos de goles que dejaba las cosas con un empate que a todos conformaba, pero en un partido de tanto desgaste y con pocas o ninguna perdida de tiempo, ya sobrepasando dos minutos el tiempo reglamentario llegó un injusto tercer gol que dejó a los peñistas, después del gran esfuerzo, con ese mal regalo que para nada merecieron. 

Dos veces celebraron el gol, pero aún así, perdieron sin merecerlo