La SD. Huesca supera al At. Monzón con un gol de Barba mediada la segunda parte
En los primeros 45 minutos la igualdad de ambos dejó a los porteros como meros espectadores
SD. HUESCA: Adriá, Galan, Mora, Arnedillo, Lujadas, Abizanda, (Rodrigo 55') Biel, (Kevin 55') Carrasco, (Tomeo 73') Cofrades, Barba, Delage, (Álvarez 73').
ÁRBITROS: A. Nadal, ayudado en las bandas por Gomez y Abardia. Buen arbitraje , en un difífcil partido. no cayó en la trampa de algunas jugadas de jugadores que buscaban la falta y supo reccionar cuando el partido se puso más tenso. Tarjetas amarillas para Kevin del Huesca y Mesa, Solanilla y Marcio.
Muy bueno el primer tiempo, con dos equipos muy similares en el esquema táctico, ensanchando mucho el terreno de juego, lineas muy juntas para evitar el juego interior, de esta forma a los delanteros les costaba mucho poder controlar ante los defensas y cuando los balones eran largos las defensas siempre salían con ventaja, en estos casos el portero al borde del área grande siempre controlaba mejor las diagonales o pases verticales a los puntas. En los primeros 45 minutos solo una vez pudo rematar el Huesca con cierto peligro y los primeros 8 minutos el Monzón estuvo más dispuesto a llegar a la meta, gracias a su salida rabiosa ante un Huesca que se defendió bien y evitó que el dominio montisonense se tradujera en algún susto.
La segunda parte fue más agresiva por parte azulgrana, salieron dispuestos a solucionar cuanto antes el marcador y el partido, su dominio se multiplicó ante un Monzón que cedió terreno, y las llegadas a puerta fueron más asiduas. Antes del gol el meta cinqueño ya salvó dos balones de gol, y al final en el 61 Barba culminaba una jugada por la derecha para mandar un obús a la escuadra que nada pudo hacer el meta.
Quedaba mucho partido con un Huesca embalado y Monzón que físicamente bajó mucho, pero seguían trabajando y luchando en busca del empate, llegaron muy poco al área para encontrar el premio y su rival mantenía un nivel muy alto y sus jugadas rápidas llegaban cada vez con más peligro. Cuando te falta el aliento, se suele jugar más con el corazón que con la cabeza y eso le pasó al Monzón, nunca se rindió y buscó con ahínco su premio que no llegó, estuvo más cerca el 2-0 que el empate.
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